Con relación a los roedores, es necesario recordar que estos se comportan como repositorios de leptospiras por excelencia, dado que difícilmente sufren la enfermedad, pero la mantienen en el tiempo acantonados a los agentes patógenos en los riñones y, ante una situación de estrés, eliminan leptospiras en abundancia, contaminando el medioambiente, agua o alimentos que puedan llegar al hombre, como también animales domésticos o silvestres, donde se pueden producir las infecciones por leptospiras, ya sea por ingestión, por via percutánea o conjuntival.
¿Qué es la leptospirosis?
La leptospirosis en una enfermedad infecciosa, causadas por bacterias espiroquetas, del género leptospiras, y que se transmite generalmente por contacto directo con animales domésticos infectados o por contagio directo a través de aguas contaminadas por la orina de los animales.
Las mascotas más afectadas son los perros, vacas, cerdos y caballos. actuando ratas como reservorios primarios (huéspedes de mantenimiento). En los roedores se produce una infección renal crónica, con excreción de grandes cantidades de bacterias en la orina, las bacterias mueren generalmente al estar expuestas al calor, la luz, detergentes o desinfectantes, pero pueden permanecer viables en aguas alcalinas o en suelo húmedo.
Manifestaciones clínicas
Tras la exposición a la bacteria, y una vez que esta ha conseguido penetrar por la piel o mucosas, ayudada por su movilidad, llega a la sangre, se distribuye por todo el organismo, y se elimina por la orina, pudiendo causar enfermedad dentro de un período promedio de 1 a 2 semanas.
En el hombre, las manifestaciones clínicas varían desde un cuadro similar a una gripe, hasta una manifestación más severa, que se conoce como enfermedad de Weil o espiroquetosis icterohemorrágica. En el 90% de los casos, la infección se resuelve sin mayores consecuencias, y solamente un 5%-10% de las personas desarrollan un cuadro severo, que si no se trata oportunamente, puede ser mortal.